“El venenciador tiene que saber llegar, saber comportarse y saber despedirse”



Entrevista de Marco A. Velo con el venenciador y gerente de ‘Venencia&Imagen’ Jesús Delgado 

Es de obligado cumplimiento comenzar por el principio, esto es: por la figura de uno de los venenciadores históricos de Jerez: don Julio Delgado -con el don por delante-: su padre… 

Julio Delgado fue un hombre con mucha perseverancia. Con mucha iniciativa. Se dejaba querer. Todavía, cuando viajo, me preguntan por él. Una persona querida por todos. Y sobre todo un gran profesional. Comenzó en los años 40. Sus décadas de apogeo fueron los 60, 70 y 80. Una vez que se jubiló seguía siendo venenciador oficial del Marco de Jerez. Seguía estando con el Consejo. Recibió a los Beatles en Madrid en 1965 -la famosa fotografía de John Lennon venenciando-. Él fue el venenciador oficial de Domecq. Pionero, junto a Pepe Ortega -de González Byass- en este noble arte. Ambos fueron de los primeros que se dieron a conocer fuera del propio ámbito laboral. Viajó por el mundo entero. Se iba por una semana y tardaba seis meses en regresar, pues estaba tan solicitado que sobre la marcha iban surgiendo contrataciones. Fue una persona con mucho carisma -muy correcta, servicial- y un extraordinario don de gentes. 

¿Qué le enseñó del oficio?

Me enseñó que el venenciador tenía que serlo antes, durante y después. Tenía que saber llegar, tenía que saber comportarse y tenía que saber despedirse. Eso me lo enseñó de pequeño. Empecé cuando tenía 12 años. Lo acompañaba. Conoció a primeras personalidades nacionales e internacionales y guardaba mucha amistad con los miembros de la Casa Real. 

Junto con Pepe Ortega eran los dos grandes de la época…

Así es. Fueron los dos venenciadores que exportaron la riqueza del vino, de nuestros caldos, para transmitirlo al mundo. Representaban las dos primeras marcas: Domecq y González Byass. Otro que se incorporó fue el ‘Niño López’ de Williams. Ortega y mi padre simbolizaban además dos tipos de venencia diferentes, que son los estilos que continúan hoy por hoy. 

Tres partes tiene la venencia… 

En efecto: el gancho, la varilla y el cubilete. Cada parte tiene su función. El material ha ido cambiando. En principio el único material maleable que había era la plata. Y el único material flexible era la barba de ballena. De modo que se hacían venencias de barba de ballena y plata. Sobre todo en Jerez, que tenía mayor poder adquisitivo que Sanlúcar. En Sanlúcar tenían la venencia de caña. Después de la plata se pasó al latón -porque el nitrato de plata afectaba a los vinos- y del latón al acero inoxidable. Y respecto a la varilla se pasó de la barba de ballena -que al ser natural tenía una grasa que, con el alcohol, se iba secando y resquebrajando- a la varilla de vinilo (flexible en el caso del estilo de Julio Delgado y más dura y corta según el estilo de Pepe Ortega). Normalmente la extensión suele ser de noventa, pero luego ya cada uno lo ajusta, al igual que el cubilete: que es de cincuenta (aunque hay quienes les gusta que gane en amplitud para que llene más la copa). Es común que los profesionales optemos por un cubilete más grande.  

¿A qué llamamos el latigazo?

El latigazo es la firma o la rúbrica del venenciador, así como en la esgrima se tiene una. El venenciador, a la hora de terminar, tiene una firma. En el caso de mi padre, que es el mío, cuando se corta el chorro queda suspendido en el aire hasta que cae a la copa. Y la venencia la soltamos y la volvemos a recoger. 

¿Cuándo se considera que un venenciador es profesional? 

Actualmente se le otorga un reconocimiento, un diploma, por el Consejo Regulador. Incluso yo he estado impartiendo clases en Japón. Estuvimos siete años físicamente y luego por internet. De todos modos el venenciador se considera formado cuando no reduce su función a servir el vino sino cuando además conoce la cultura de los vinos de Jerez, porque el venenciador es un  gran embajador de los vinos de Jerez y por tanto debe conocer las tierras, las uvas, la elaboración, todo el proceso, tipos de vinos, marcas (téngase en cuenta que estará presente en ferias de vinos, en ferias gastronómicas, en eventos culturales, y será entrevistado por multitud de medios de comunicación). 

¿Cuáles son las aptitudes imprescindibles de un buen venenciador?

Templanza, pulso y elegancia a la hora de servir el vino. Ser capaz de alzar la venencia al cielo y bajar la copa al suelo: levantar la venencia por encima de la cabeza y descender la copa por debajo de la cintura. El aire, cuando azota, causa estragos. A la hora de ejecutar debemos ser como un torero a la hora de matar. No cabe la menor duda que el venenciador es un artista. Venenciar es un arte. Hay muchas personas que lo intentan y finalmente no lo consiguen o lo practican de cualquier forma. 

¿Qué consejos transmitiría para los jóvenes aspirantes a venenciadores?

Pues para ser un buen embajador de Jerez y del jerez lo esencial es la formación. Sobre nuestra cultura, en general, y nuestros vinos en particular. Que miren todo cuanto encuentren en las redes y en internet. Que hay cursos de catas que son promovidos por el Consejo Regulador. Que se interesen y se enamoren antes de empezar. Que sepan de antemano que no es una profesión fácil de llevar. Porque no siempre hay demanda y cuando la hay se aleja uno de la familia y conlleva muchas horas de trabajo. Si quieren dedicarse a la venencia, han de hacerlo siempre con mucha perseverancia y con mucho amor.  

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Una lagartija visita al marqués de Domecq



 

Marco A. Velo – Jerez íntimo – Diario de Jerez 

 

La memoria es selectiva. No así la Ley de ídem Histórica, que es oxímoron. Leyendo la prensa local esta pasada semana mi memoria -cuyas curvas nada engríe- me ha retrotraído -con una delectación de seda, con un favoritismo de cristal mate, con un machadiano sol de infancia- a cierto recuerdo de veras entrañable. Aquí, allí, no caracoleaban los meandros verdes ni los rojos del ocaso de las prosas heterogéneas de Arthur Rimbaud. Sería el mediodía de un domingo cualquiera de mi niñez -¿o quizás una mañana de luz palaciega y frontal mirada barroca de una jornada festiva en la ciudad?-. De la mano de nuestro padre íbamos mi hermano Víctor y quien esto escribe. La claridad era fontana de emociones infantiles. Calma chicha por acá y por acullá. Cruzamos la acera de Santo Domingo para detenernos por unos instantes ante el Monumento del Marqués de Domecq (léase Marqués de Casa Domecq o, por ser más exactos -¡llamemos a las cosas por su nombre!, Pedro Domecq Núñez de Villavicencio). 

 

Posiblemente el autor de nuestros días nos explicara grosso modo quién era aquel gran señor sedente sobre el sitial de la inmortalidad. Cuatro datos biográficos -por suelto- para unos alevines más ilusionados entonces en los planes del día -sin colegio- que en la suntuosidad histórica de tan prohombre jerezano -por lo demás íntimo amigo del monarca Alfonso XIII-. Si mal no recuerdo, abundó papá en el generoso concurso y contribución económica de Pedro Domecq a favor del crecimiento en Jerez de los hermanos de las Escuelas Cristianas, así como de otras iniciativas benefactoras destinadas a las Salesianas, la asociación de Niños Católicos o un sinfín de asilos. Amén la Congregación de las Huérfanas de las Preservadas. Supimos mi hermano pequeño y yo que aquel gentilhombre era generoso a raudales para con los más desfavorecidos aunque desconocíamos su concesión del título pontificio de marqués de Casa Domecq por iniciativa de Pío X. 

 

En un momento dado nuestro padre nos preguntó si acertábamos a observar “algo que se movía” despaciosamente en tan imponente obra esculpida por el gran Lorenzo Coullaut Valera e inaugurada el 21 de julio de 1923. Creíamos que se trataba de una de sus habituales bromas intercaladas en instantes de seriedad. Por más que nos fijábamos -y lo hacíamos a conciencia- aquel alarde monumental permanecía como el título de la canción de Sonia Echezuría: ‘Quieto y en silencio’.  Cuando las manos de papá -con dedos de diamante de cortar espejos- nos señaló la solución del jeroglífico -¡atiza!- sí al fin logramos captar cómo una lagartija -camuflada en idénticas tonalidades cromáticas- zigzagueaba y paraba en seco, paraba en seco y zigzagueaba, de abajo arriba, hasta perderse por las perneras del ilustre bodeguero… 

 

Los tres reímos en el encanto -cómplice- de la anécdota. Mi hermano y yo -andando los años- siempre entroncamos el monumento a Pedro Domecq con la observación de aquel visitante verdoso más inofensivo de cuanto entonces creíamos. Y con la lección del “saber mirar” más allá de lo puramente visible. Ese “fijarse bien” al que nos alentó nuestro padre cuando las pupilas infantiles no daban con la tecla sería, a la postre, una enseñanza de vida. Por esta razón me ha alegrado sobremanera la noticia no ya del mantenimiento sino de la restauración del monumento a Pedro Domecq en la Alameda Cristina. Acostumbrados como andamos en este país al atropello de tantas referencias históricas -borradas de un plumazo a bocajarro- rayando a una altura de resentimiento impropio de la madurez que se presume a los hijos del siglo XXI, decisiones tales como la planteada por nuestro Ayuntamiento se me antojan dignas de aplauso. Ni las armas ni las letras ni las clases sociales ni el sursum corda. Nuestro Consistorio, en el caso que nos ocupa, ha sabido ver. Sí, me repito, ver más allá de lo puramente visible. Como yo ahora veo de nuevo deslizarse una lagartija por las piedras inamovibles del tiempo… 

 

 

 

 

 

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Entrevista de Marco Antonio Velo con el actor y humorista Ángel Garó: “El jerez es el vino de la gente sabia”


 

 

¿Quién es Ángel Manuel Paredes?

Ángel Manuel Paredes es el hijo de un profesional del volante, y eso que yo no tengo carnet de conducir. Empecé mi vida artística a los 7 años, aunque ya había reminiscencias anteriores. Los profesores de EGB apoyaron mi talento. A mí lo que me gustaba era el teatro y ellos me dieron tantos poemas y tantas obras de teatro que a los 10 años ya estaba  yo estudiando Arte Dramático. Ángel Manuel Paredes es una persona que ama el mundo del teatro. Que ha tenido una trayectoria enriquecedora. Sobre todo porque siempre hay que hacer algo distinto. He aportado mucho al mundo del espectáculo, ofreciendo una versión distinta de lo que era el humor en España -que yo transgredí, con una imagen limpia, diferente, bien vestido y haciendo humor-. Lo que sí puedo decir es que he estado siempre en contra del feísmo. Que es una cultura muy española para hacer reír. Española, italiana y francesa. Normalmente la gente que hacía reír eran feos y en mi caso… no. 

¿Cuál es su palabra preferida del diccionario?

Mi palabra preferida del diccionario es amor. Es la que más me gusta. Con amor todo se puede. Con amor todo perdura. Con amor se puede trabajar, incluso hacer reír con amor. 

Dígame un bonito sonido de su vida que jamás olvidará.

El sonido más bonito de mi vida es un aplauso. Un aplauso, como para todos los artistas. Un aplauso es un reconocimiento después de haber pagado una entrada. Que la gente aplauda tu trabajo es el recuerdo más bonito que yo pueda tener.

 

¿Cree -con Rilke- que la infancia es la patria del hombre?

La patria del hombre son tus primeros sueños, tus primeros recuerdos. Te lo marca la vida. La infancia es como un parto de luz. Quien no recuerda su infancia, no recuerda su vida. 

 

¿El anonimato es un privilegio imposible en esta Era Digital de tanta red social y sobreexposición personal?

Recuerdo perfectamente cuando Chicho Ibáñez Serrador me dijo: “mañana no podrás salir a la calle”. Efectivamente. Yo estaba en un piso de alquiler, en la Fuente del Berro, cerca del Pirulí de Madrid, cuando hice el primer programa del ‘Un, dos, tres’. A partir de ahí ya no pude salir a  la calle. El problema no es ser un personaje público. El problema es que hay determinadas cadenas que han convertido a los artistas en muñecos para ganar dinero, vilipendiándolos. Entonces yo me siento muy orgulloso de no estar vilipendiado por la gente que se cruza conmigo. Tengo un porcentaje muy alto de personas que me admiran, me quieren y me cuidan. Pero, como decía mi abuelo Ángel, que murió con la medalla de San Raimundo de Peñafort a la Justicia: “No hay más hijos de puta, es que hacen más ruido”. Es inevitable que la popularidad llegue al artista. Porque cuanto más gente te ve, más gente te admira y a más gente haces feliz. Pero el concepto que hay actualmente de la popularidad no es desde luego el mío. Una de las personas más admiradas para mí es Greta Garbo. Con 38 años la divina se fue del mundo del cine porque empezó a no aguantar la maledicencia y el maltrato hacia los grandes artistas. Que al fin y al cabo los artistas lo que queremos hacer es hacer felices a los demás. Aunque sea nuestro trabajo. Hacer feliz a los demás.

Usted es un cómico versátil cuyo estilo fusiona surrealismo, espontaneidad (trabajada), mimo, ingenio en el lenguaje… En estos tiempos donde la creatividad brilla por su ausencia, ¿cuánto vale el distingo de poseer un sello propio tan inimitable? 

Es importante en los artistas hacer una aportación diferente para enriquecer el mundo del teatro y del espectáculo. Yo me he criado en el cine porque mi abuelo, aparte de ser agente judicial, era empresario de cines y yo entraba gratis. Tuve esa suerte. Así pude ver a Peter Sellers, a tantos humoristas, a Groucho Marx… y a muchos de España también. Tony Leblanc, tanta gente que hacía humor, pero hay que aportar siempre, dar un código distinto. Y en ese caso, yo creo que, no siendo el mejor, he aportado lo que he podido con esa gran diferencia de ir vestido de negro, convertirme en un mimo y, sin ningún ropaje, hacer creer a la gente que había dos hermanos gemelos, que había una señora mayor, que había un japonés y que había tantos y tantos personajes que he hecho en mis obras de teatro, en directo, por los más importantes teatros de España. Hay que dar diferencia. Hay que aportar al mundo del espectáculo, pero hay que enriquecerse también y yo he tenido esa gran suerte: que me he enriquecido de los mejores porque entraba gratis a los cines de mi pueblo, que había nueve en La línea de la Concepción, que es donde yo nací. Nueve cines teatro y entraba gratis. Pues algo aprendí de ello. 

 

¿Recuerda un verso de alguno de sus poetas preferidos?

De José Ángel Buesa, poeta romántico: “Señora: según dicen, ya usted tiene otro amante./ Lástima que la prisa nunca sea elegante”.

 

¿Qué hiere más la traición o la decepción?

La traición, porque el que traiciona es que ha estado simplemente toda la vida traicionado. La traición es un pecado mortal, pero como yo siempre digo: el que no perdona es porque no lo han perdonado nunca. Y el que traiciona es porque, en la mayor parte de los casos, ha sido traicionado y no sabe canalizarlo en condiciones. 

 

¿La cultura pertenece a alguna ideología política?

El arte suele ser motivo de manipulación. Pero de eso deben de huir los artistas. Yo considero que un artista no tiene que ser ni de derechas ni de izquierdas. Tiene que reivindicar, desde su trabajo, su propia política. La política de vida.

 

¿Qué falta y qué sobra en nuestra España?

Sobran los caraduras, sobran los que enarbolan banderas que ya estaban más que ganadas, como el LGTBI. Me parece vergonzoso toda la gente que manipula el arte como si fuera propio. El arte es algo individual que no debe transgredir nada más que la propia política del artista, como hizo Federico García Lorca. Ahora enarbolan la bandera de Federico y el que lo metió y lo protegió en su casa era de la Falange. Me indigna la manipulación de la izquierda que busca siempre al débil para tener esa ideología barata. Por eso yo sí ya soy apartidista. No se puede decir apolítico, porque la política forma parte de la vida del hombre. Si me preguntan si soy de derechas, no lo voy a decir. Y si soy de izquierdas, desde luego que no. Con eso lo digo todo. 

 

¿‘Cinema Paradiso’ o ‘El crepúsculo de los dioses’?

‘Cinema Paradiso’, mi niñez. ‘El crepúsculo de los dioses’, quizás mi realidad. Dos joyas del cine. Dos maravillas recomendables para cualquier persona que le guste el cine. 

 

¿Qué es ser andaluz?

Ser andaluz es saber que eres de Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente. Ser andaluz es saber que todo esto era la joya de los fenicios, de los árabes, de los romanos… Ser andaluz es ser del mundo. La tierra preferida de las grandes culturas. Cuando en París sólo había cloacas, en Andalucía había colegios. Ser andaluz es saber que uno es universal. 

 

¿A qué le sabe -qué le inspira- el vino de Jerez?

Bella ciudad maravillosa de la provincia de Cádiz es Jerez. ¿Qué voy a pensar del vino de Jerez? El jerez es el vino exquisito de emperadores, vino de la gente sabia, vino del pueblo. Es el vino por antonomasia de mi tierra, de la provincia de Cádiz. 

 

¿Dónde puede verle ahora el gran público?

Acabo de recibir un premio internacional muy importante, en Las Vegas. Ya tengo una estrella en el Paseo de la Fama de los artistas latinos. Y ése ha sido el regalo que me han dado en este verano. Podrán verme cuando se emita la película que ha generado este gran premio. Se titula ‘La valija’. 

 

¿Qué desea añadir?

Pues me gustaría añadir que gracias a personas como tú, que haces este tipo de preguntas con enjundia, con respeto y con cariño, los artistas seguimos vivos. Lo que querría añadir es que espero que tu trayectoria profesional sea fructífera y que aquí tienes a un amigo para siempre.

 

 

 

 

 

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El jerezano Javier Fernández y una pedrada que duele a otros



 



























Pie de foto: ‘Animales refugiados’ (guerra en Ucrania): foto de Fergó publicada en ‘The Guardian’ 




 

Marco A. Velo – Jerez íntimo – Diario de Jerez  

 

César González-Ruano dejó escrita una de las definiciones más gráficas e ilustrativas alusivas a la muerte. El creador del nuevo articulismo español aseveraba que la muerte es una pedrada que le dan a uno pero que sin embargo duele a otros. Dardo en la palabra, por usar el título de la gran obra del preclaro Fernando Lárazo Carreter. ¡Cómo nos ha escocido el fallecimiento contra natura del joven Javi Fernández González! Superó con bravura el zarandeo de salud sufrido en agosto. Entonces las horas aceleraron los cangilones de la incertidumbre. Pero Javi, que siempre demostró su tesón y una inédita valentía sin corchetes, rebasó la meta de llegada en un novísimo éxito personal. No quiso revelar los claroscuros de tan poliédrico imponderable. Familiares y amigos se movilizaron  en oraciones. Como una ‘Cadena de favores’ tan en la línea de aquella pedagógica película de Helen Hunt. Javi manifestó nones. Pero la muerte a veces se empecina en difuminar los machadianos días azules de una cotidianidad escrita con hálitos de luz. La pasada semana Javier cayó desplomado cuando sus pensamientos conjugaban verbos en futuro perfecto de indicativo. 

 

El tanatorio de Jerez se tornó entonces manifestación popular. Con profesionales del periodismo de antes y ahora. Con una familia destrozada por el dolor pero asimismo fuertes en su ejemplar Fe. Y con personas anónimas y personalidades de representación institucional: desde la alcaldesa de la ciudad, Mamen Sánchez, a Paco Camas, el presidente de la Real Academia de San Dionisio Juan Salido Freyre o la directora del Teatro Villamarta Isamay Benavente hasta profesionales del sector periodístico de prácticamente todos los medios locales y provinciales -algunos también nacionales-. Se desbordaron todas las previsiones de concurrencia. Un clamor de expresiones a la recíproca. Conocí a Javier años ha. Cuando apenas era un niño. Su bondad a nativitate es heredad de rama que sale al tronco. Quienes conocen a su padres saben bien cuanto ahora expreso. Se me viene a las mientes también la empatía de su abuelo paterno. Nieto y abuelo ahora se han fundido de nuevo en una remembranza de Luna de Nisán. 

 

Javier fue una persona sencilla, de humildad franciscana: parecía destilar cierta timidez. Risueño. Y muy autoexigente con la calidad de su trabajo. Se superaba a cada instante. Jamás dio problemas ni lanzó venablos por la boca. Nunca criticó a nadie. No hacía ruido, no era vocinglero ni fanfarroneaba de su talento. Era un ser necesario. ¿Verdad que sí José Puyol Vargas? ¿Verdad que sí, José y Rodrigo Melero? ¿Verdad que sí, Antonio Heredia? No se encaramó a las fauces de la erótica del poder. Javier tomó el sendero del curro a destajo. Dignificó la deontología informativa del fotoperiodista. Se labró el cobre al pie del cañón. En la labranza de un quehacer diario que no permitía coto. Conocía al dedillo que la trascendencia -la repercusión- del fotoperiodismo, como servicio social y como oficio de contrastes -para dar visibilidad a los invisibles-, no era un imposible. Javier hablaba despaciosamente con un timbre de voz que parecía emerger de las profundidades de la innata bonhomía. Su mirada poseía una cadencia lírica de rimas asonantes.

 

Y, sobre todo, Javier era ‘Demasiado corazón’, como el rotulo de cabecera del filme protagonizado por Victoria Abril y Manuel Bandera o la celebérrima canción -latente en nuestro Spotify- según la interpretación de Willy DeVille. El ‘Demasiado corazón’ de Javier ha ejercido de bisagra entre el más acá y el más allá. No me atrevería a consignar si Javi Fergó ha sido o no profeta en su tierra. Se trata de un interrogante cuya morfología tampoco precisa ahora ningún análisis. Yo entiendo que sí, aunque a veces Jerez sea tan sui generis para los manifiestos hijos virtuosos de su bendito censo. De seguro las nuevas generaciones de fotoperiodistas encontrarán en la inmarchitable dignidad profesional de Javi un referente. Su legado es una constante vital que jamás se fundirá en negro. 

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Jerez y la nostalgia de septiembre



 

Marco A. Velo – Jerez íntimo- Diario de Jerez 

 

Septiembre ‘Vuelve a mí’ como un cíclico nostalgario con título de canción de Hombres G. Septiembre también, implícitamente, posee nombre de gran película española: ‘Volver a empezar’. Septiembre es como un musical ritornello que intercepta el tiempo desde los linajes de la patria del hombre: la infancia. No es necesario mirarse en el espejo de ‘Alicia en el País de las Maravillas’ para entender que septiembre se atusa sus bigotes de mes bisagra. Septiembre es un tratado de melancolía, con su tez morena y su mirada en lontananza. Nuestras guayaberas hacen caso omiso al natalicio de septiembre porque ellas, tan exquisitas y remangadas, pretenden extender su permanencia allende el calendario. Septiembre frena en seco nuestra cotidianidad vacacional y nos coloca de hoz y coz en el kilómetro cero de la nueva temporada. Septiembre se levanta temprano -ignoramos si con el pie izquierdo o con el derecho-, levanta la veda de los despertadores, levanta la liebre del sueño de una noche de verano y -con sones de voces de los Romeros de la Puebla- levanta una polvareda de recuerdos.   

 

Septiembre nos fuerza a un propósito de enmienda. Septiembre es, por decirlo con verso de Vicente Aleixandre, “ese caliente palpitar de otro vuelo”. Septiembre tiene algo de fanfarrón o de matasiete con origen del cuento infantil ‘Sastrecillo valiente’. Septiembre no es ni mirlo blanco ni mosquita muerta. Septiembre carda la lana. Septiembre va a tiro hecho, a toda costa y a todo pasto. Septiembre nos mete las manos en los bolsillos por aquello de la vuelta al cole: entonces el desembolso gana enteros en un in crescendo de imposible ahorro. Septiembre es la otra cuesta de enero sin emociones de mañanas de Reyes Magos. Septiembre tiene algo de ‘Él último hurra’ de John Ford. 

 

Septiembre, en Jerez, es como un caballo cartujano que baila sobre la pista de la filosófica ley del eterno retorno. Septiembre, a las jerezanas maneras , es la compra del material escolar allá por la década de los 70. Los libros se adquirían en el colegio La Salle Buen Pastor del hermano Quintiliano y su pelo rizado electrizante, del hermano Gabino y su chasquido de dedos que era toque de diana y tentetieso para cientos de niños ya formados en fila entre las columnas del patio techado, del hermano Eulalio -y su gaditanísima simpatía por tanguillos- que era alto como ‘La escritura vertical’ del número 2 de los cuadernillos ‘Rubio’. Y los objetos de escritura y utensilios varios siempre en los míticos Almacenes de Papelería Hurtado, léase popularmente Papelería Hurtado, sita en calle Arcos 14 y 16. Los libros de texto, todos novísimos, se disfrutaban por el sentido del olor, mientras que toda la compra de papelería por el sentido del tacto. El olor de los libros del nuevo curso era el perfume que nos regalaban las páginas -tersas, brillantes, imponentes- de la Primera Cartilla de Palau (editorial Anaya), el ‘Catecismo Escolar’ (editado por la Conferencia Episcopal Española y más concretamente por la Comisión Episcopal de Enseñanza), las creativas portadas de los libros de editorial Bruño de Ciencias Sociales y Ciencias Naturales o los números y su efecto multiplicador de los ‘Cálculos’ -tan amarillos y negros- y sus infinitas operaciones matemáticas. 

 

En Hurtado -qué papelería de barrio en pleno centro de Jerez con sabor añejo- adquiríamos las plantillas de plástico de los mapas de España en sus modalidades de información física y política: esto es: comunidades y provincias, montañas y ríos, etcétera. Las cartucheras. Los lápices Alpino y los rotuladores Carioca. Las cajas de ceras blandas Manley. Los rotring -todo un privilegio los azules de marca Staedler-, la segueta para la asignatura de pretecnología de José Ramón Fernández Lira… Septiembre es mes de estreno. De estreno de ilusión de algarabía infantil con material escolar por esos líricos itinerarios de la nostalgia, que también fueron machadianos caminos que se hicieron al andar. 

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Marco A. Velo, académico de la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes


 

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II Congreso Andaluz de la Cultura y la Gestión Cultural




Estamos muy felices de anunciaros que el II Congreso Andaluz de la Cultura y la Gestión Cultural «Comunicación y Gestión Cultural en la Era Transmedia» se celebrará del 21 al 23 de octubre de 2022 en la Escuela Municipal de Música de Almería. Este encuentro está coorganizado por la Diputación de Almería y la Asociación Andaluza de Profesionales de la Gestión Cultural (GECA). Además cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Almería.

Pronto os daremos todos los detalles del interesante programa que estamos preparando y os indicaremos cómo realizar vuestra inscripción.

Por lo pronto, ¡reserva la fecha! ¡te esperamos!

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Encuentro de Gestión Cultural



Fecha: 5 de octubre de 202
Lugar : Fundación Tres Culturas del Mediterráneo. C/ C. Max Planck, 2, 41092 Sevilla
Horarios: De 10:00 a 14:00 y de 16:30 a 18:30
Coorganizan: Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Fundación Tres Culturas y Asociación Andaluza de Profesionales de la Gestión Cultural GECA

El Área de Industrias Culturales y Creativas de la Agencia Andaluza de Instituciones Cultuales, la Asociación Andaluza de Profesionales de la Gestión Cultural-GECA y la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con el objetivo de facilitar el conocimiento y acercamiento de la realidad del sector a los profesionales de la Cultura, propone llevar a cabo, en distintas provincias de Andalucía ,encuentros abiertos de formación, información, dialogo y reflexión sobre temas de actualidad relacionados con la Industria Cultural y Creativa.

PROGRAMA

10:00-10:15 Bienvenida a la jornada.
10.15-10.30 Presentación de los servicios del Área de Industrias Culturales y Creativas. Salvador García García, director de unidad Área Industrias Culturales y Creativas de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales.
10:30-11:00 «Fundación Tres Culturas, una institución de diplomacia pública al servicio de la acción exterior de Andalucía». Antonio Chaves Rendón, director de Planificación y Programas.

11:00-11:30 Presentación de la Asociación Andaluza de Profesionales de la Gestión Cultural . Amparo Rodríguez Huertas, coordinadora provincial de GECA en Sevilla .
11:30. 12:00 Descanso
12:00-12:30:  “Otros modelos de gestión: El proyecto de animación cultural comarcal Cysur”. Juan Román Tirado, bibliotecario y técnico cultura Ayuntamiento de El Saucejo, presidente de la asociación cultural Cysur.
12:30. 13:30.  «Guía básica para entender el nuevo modelo de cotización de autónomos para 2023 y otras herramientas para la gestión de la fiscalidad en la empresa cultural». Montse Pérez Riu, directora de GNP
14:00 Pausa para almuerzo
16:30.18:00 Charla informativa sobre la acreditación de competencias profesionales en gestión cultural en Andalucía. Esperanza Gumersinda Marchal Rosa, coordinadora del Área de Evaluación y Acreditación de Competencias y Cualificaciones Profesionales del IACP (2013 – 2021)
18:00. 18:30. Profesionalización del la Gestión Cultural y conclusiones de la Jornada. Francisco López Hidalgo. Área Industrias Culturales y Creativas Agencia Andaluza de Instituciones Culturales. Amparo Rodríguez Huertas, coordinadora provincial de GECA en Sevilla.

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¿Cómo poner al cliente en el centro?

 


En los últimos años la comunicación interna ha tomado un papel protagonista hasta convertirse en un elemento estratégico para lograr los objetivos de la organización. Más allá de transmitir información operativa, es la encargada de articular el rumbo y transmitir la visión y la perspectiva del negocio a toda la organización.

La comunicación interna implica a todos los departamentos, juega un papel determinante en el desarrollo de la cultura corporativa y permite a la organización avanzar en escenarios inciertos para adentrarse con éxito en nuevos modelos de negocio.

EL VALOR DE LOS PEQUEÑOS DETALLES

Nos encontramos en un momento de altísima competitividad en el mercado donde las ofertas son múltiples y pequeños detalles marcan la diferencia. Aquí también la comunicación interna debe jugar un papel fundamental. Las organizaciones de hoy no pueden permitirse contar con empleados que no están centrados en el cliente, de manera directa o indirecta.

En el evento se debatirá acerca de la importancia que tiene integrar a todas las personas de la Organización en la visión cliente-céntrica que se quiere lograr, y se verá cómo la comunicación interna es el principal elemento que nos ayuda a conseguirlo.

PROGRAMA

11:45 h. Recepción de asistentes

12:00 h. Bienvenida

  • Aiste Chomiciute. Responsable Actividad APD en la Zona Sur
  • Arán Odriozola. Socio – Director de FIDES CONSULTORES
  • Genoveva Ferragut. Responsable de Comunicación y RR.II. de CERVEZAS VICTORIA

12:15 h. Conversación sobre: El arte de hacer hablar a las empresas, escuchar y relacionarse bien

  • Vanessa Moreno. Presidenta de DIRCOM ANDALUCÍA
  • Santiago Alfonso. Vicepresidente de Comunicación y Reputación Corporativa de COSENTINO

12:35 h. La comunicación interna en clave de negocio

  • Emilio Jesús del Águila. Director Área de Talento de CAJAMAR
  • Lucía Landete. Manager Comunicación Corporativa de OPPLUS

ModeraArán Odriozola. Socio – Director de FIDES CONSULTORES

13:05 h. Una nueva era para la comunicación en la empresa

  • Ramón Sanjurjo. Formador y Consultor. Ex director global de talento de HÄAGEN-DAZS
  • Elena Pérez. Manager de Talento de TIENDANIMAL KIWOKO

Modera:
Isabel Arribas. Directora de Felicidad de ADMIRAL

13:35 h. Clausura ponencias

13:45 h. Cóctel networking a cargo de CERVEZAS VICTORIA

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PROGRAMACIÓN CULTURAL

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